*Atención*
Todos los productos, sean cosméticos, de farmacia o tratamientos que comento son los que he utilizado, de acuerdo con mi condición y mi tipo de piel. Sugiero que busquen mayor información y siempre, SIEMPRE, consulten a su dermatólogo antes de usar algún producto.
Como les había comentado, tuve un brote fuerte que fue desde julio de 2018 hasta octubre de 2019, que se presentó en mi pecho (zona de escote) y la espalda (desde la nuca hasta inicios de los glúteos). Estuve con placas (yo les digo parches) que podían ser tipo gota (de hasta medio centímetro) como más grandes (de 5cm de diámetro).
Nunca, jamás en la vida había tenido un brote de este tipo.
La primera vez que voy a mi dermatóloga, fue como a los cinco días de sentir que habían parchecitos en la espalda, y me prescribe lo que normalmente me receta: propionato de clobetasol en gel para la espalda y propionato de fluticasona en crema para el escote. Pues muy bien, yo bien entrenada en la aplicación de mis cremas, inicio el tratamiento: 10 días de aplicación diaria y luego descanso de dos semanas y así hasta que desaparezcan.
Pues bien, ahí me ven a mi con mi tratamiento, van diez días, descanso, diez días más, otra vez descanso, OTROS DIEZ DÍAS y más descanso... no se iban, ni del escote ni de la espalda.
Vuelvo a ir donde la dermatologa, y me dice que "es el tratamiento más efectivo y que tenga paciencia". Y yo respiro hondo y sigo adelante, porque le tengo fe a la derma, ya llevo varios años con ella y siempre me ha ayudado a mantener a raya los brotes. Vuelvo al tratamiento y lo único que veía y sentía era que tenía mas brotes. Los brotes antiguos se volvían planos, pero no desparecían y si empezaba a ver mejoras, llegaba el tiempo de descanso y volvían más grandes, más gruesas y con más picor.
Cuanto más desesperaba, más brotes tenía, y luego empezó a venir la cabeza: placas grandes que picaban y que muchas veces retiré hasta sacarme sangre porque la sensación era terrible. Empezó a verse por las orejas, por la nuca y empezaba a llegar a la frente. Volvía a la dermatóloga y me volvía a recetar lo mismo y yo me sentía desalentada. Para diciembre de 2018 la dermatóloga me dice dos cosas: ¿quién me está causando tanto daño? y si estaría interesada en iniciar un tratamiento biológico.
En mi angustia, me llama la atención que me hable de otro tipo de tratamiento y me animo a hacer los exámenes iniciales para ver si soy apta (de este tema haré otra entrada).
Empiezo a ahondar más en el tema de los biológicos (dejé de aplicarme cremas y estaba solo con agua, jabón y una crema humectante genérica con urea al 10%). Me daba cuenta que, sin necesidad de usar las cremas, mis brotes no mejoraban pero tampoco empeoraban, estábamos en un momento de "guerra fría" con la psoriasis.
Visité a otro dermatólogo y le llevé todas mis recetas y el folleto que me alcanzó mi dermatóloga de cabecera sobre los tratamientos biológicos. Y me dió algunas respuestas: primero, que había abusado con el tratamiento con el clobetasol, que al ser un corticoide, lo que estaba haciendo era tener un efecto rebote; que por mi forma de vestir actual (completamente tapada para que no se vieran los parches, pero con ropas de algodón) lo único que estaba haciendo era irritar más la piel; y para rematar, me dice que en su opinión, mi psoriasis no es apta para un tratamiento biológico, ya que podría controlarla perfectamente con cremas.
Para mí, este enfoque me dejó más confundida que antes, me dice que siga con el tratamiento anterior y que vuelva en un mes.
Ese mes sigue siendo de angustia, de que no se van las placas y de picor constante. Siento que hay una placa en la espalda que es mas gruesa y mas persistente, la voy monitoreando y crece tanto que se puede notar por encima de la ropa, además empiezo a tener pequeñas placas en la zona íntima, lugar que nunca se vió afectado y por lo que me preocupo muchísimo más.
Regreso con este nuevo dermatólogo y le digo lo mismo: no hay cambios, no mejora y le hablo sobre esta placa en particular. Él me revisa y me dice que, efectivamente esa placa es mas grande que las demás y me hace una infiltración... primera vez que me infiltran una placa y espero que sea la última.
Y ciertamente mejoró! se puso plana y no la sentía mucho, aunque cuando me miraba en el espejo, veía una mancha grande y muchas manchas pequeñas distribuidas por toda la espalda.
Ya había llegado a setiembre de 2019 sin resultados visibles, preocupada, impaciente y ¡desesperada porque no se iba!. Y es cuando voy a una tercera dermatóloga, ya sin esperanzas y pensando que me va a recetar lo mismo de siempre.
Y me equivoco: me dice que los tratamientos los estuve llevando mal y que íbamos a variarlos... ¡y empecé a ver mejoras!
Aquí van los consejos y el tratamiento que me funcionó para mejorar en 50% esta etapa funesta con la psoriasis:
1. Bañarme todos los días (cuerpo y cuero cabelludo)
2. Tomar mucha agua (2.5 litros mínimo)
3. En el escote y zona íntima: Propionato de fluticasona en crema
4. En la espalda: Propionato de clobetasol
5. En el cuero cabelludo: propionato de clobetasol en loción
6. Realicé un tratamiento de 10 días aplicando dos veces al día las cremas, después 5 días una sola vez al día y luego 5 dias interdiario una vez al día. Esto fue fundamental, porque iba disminuyendo la concentración del corticoide de forma gradual, y con esto evitaba el efecto rebote. Además. me aconsejó que me aplique poco producto, ya que antes lo que hacía era aplicar en cada placa un montón y dejarlo lo más posible al aire libre.
8. Para el resto del cuerpo que no tenía placas: humectarlo luego de cada ducha, con una crema con urea al 20%
9. Usar bloqueador
10. Verme menos al espejo: ella me decía que verme mucho al espejo, me podía dar mas angustia mientras no se veían resultados y que iba a tardar al menos una semana en ver algo, así que me recomendó que no me enfoque en mirarme todos los días, sino que espere una semana para revisarlos.
11. Tomar baños de sol: sea en la playa, la azotea, colocarme en la ventana... tratar que me dé sol por 5-10 minutos (no al mediodía con toda la radiación! ya sea temprano o luego de las 2 pm) para que ayude a secar las placas.
Debo decir que las placas del escote empezaron a desaparecer, y poco a poco de la espalda. Tuve algunos "tropiezos" que contaré en otro post, pero definitivamente hay una mejoría increíble.
Con esta nueva dermatóloga me siento mejor, y como iré contando, ha tenido mucha paciencia conmigo y trataba de explicarme lo más posible.
Espero les ayude un poco mi angustia, que creo es algo que sentimos todos los que tenemos un problema de piel recurrente. Les repito que traten de ir a un dermatólog@ siempre para que les recomienden el mejor tratamiento para ustedes... y si no les convence, vayan a otro, y así hasta que encuentren alguien con quien se sientan cómodos.
Todos los productos, sean cosméticos, de farmacia o tratamientos que comento son los que he utilizado, de acuerdo con mi condición y mi tipo de piel. Sugiero que busquen mayor información y siempre, SIEMPRE, consulten a su dermatólogo antes de usar algún producto.
Como les había comentado, tuve un brote fuerte que fue desde julio de 2018 hasta octubre de 2019, que se presentó en mi pecho (zona de escote) y la espalda (desde la nuca hasta inicios de los glúteos). Estuve con placas (yo les digo parches) que podían ser tipo gota (de hasta medio centímetro) como más grandes (de 5cm de diámetro).
Nunca, jamás en la vida había tenido un brote de este tipo.
La primera vez que voy a mi dermatóloga, fue como a los cinco días de sentir que habían parchecitos en la espalda, y me prescribe lo que normalmente me receta: propionato de clobetasol en gel para la espalda y propionato de fluticasona en crema para el escote. Pues muy bien, yo bien entrenada en la aplicación de mis cremas, inicio el tratamiento: 10 días de aplicación diaria y luego descanso de dos semanas y así hasta que desaparezcan.
Pues bien, ahí me ven a mi con mi tratamiento, van diez días, descanso, diez días más, otra vez descanso, OTROS DIEZ DÍAS y más descanso... no se iban, ni del escote ni de la espalda.
Vuelvo a ir donde la dermatologa, y me dice que "es el tratamiento más efectivo y que tenga paciencia". Y yo respiro hondo y sigo adelante, porque le tengo fe a la derma, ya llevo varios años con ella y siempre me ha ayudado a mantener a raya los brotes. Vuelvo al tratamiento y lo único que veía y sentía era que tenía mas brotes. Los brotes antiguos se volvían planos, pero no desparecían y si empezaba a ver mejoras, llegaba el tiempo de descanso y volvían más grandes, más gruesas y con más picor.
Cuanto más desesperaba, más brotes tenía, y luego empezó a venir la cabeza: placas grandes que picaban y que muchas veces retiré hasta sacarme sangre porque la sensación era terrible. Empezó a verse por las orejas, por la nuca y empezaba a llegar a la frente. Volvía a la dermatóloga y me volvía a recetar lo mismo y yo me sentía desalentada. Para diciembre de 2018 la dermatóloga me dice dos cosas: ¿quién me está causando tanto daño? y si estaría interesada en iniciar un tratamiento biológico.
En mi angustia, me llama la atención que me hable de otro tipo de tratamiento y me animo a hacer los exámenes iniciales para ver si soy apta (de este tema haré otra entrada).
Empiezo a ahondar más en el tema de los biológicos (dejé de aplicarme cremas y estaba solo con agua, jabón y una crema humectante genérica con urea al 10%). Me daba cuenta que, sin necesidad de usar las cremas, mis brotes no mejoraban pero tampoco empeoraban, estábamos en un momento de "guerra fría" con la psoriasis.
Visité a otro dermatólogo y le llevé todas mis recetas y el folleto que me alcanzó mi dermatóloga de cabecera sobre los tratamientos biológicos. Y me dió algunas respuestas: primero, que había abusado con el tratamiento con el clobetasol, que al ser un corticoide, lo que estaba haciendo era tener un efecto rebote; que por mi forma de vestir actual (completamente tapada para que no se vieran los parches, pero con ropas de algodón) lo único que estaba haciendo era irritar más la piel; y para rematar, me dice que en su opinión, mi psoriasis no es apta para un tratamiento biológico, ya que podría controlarla perfectamente con cremas.
Para mí, este enfoque me dejó más confundida que antes, me dice que siga con el tratamiento anterior y que vuelva en un mes.
Ese mes sigue siendo de angustia, de que no se van las placas y de picor constante. Siento que hay una placa en la espalda que es mas gruesa y mas persistente, la voy monitoreando y crece tanto que se puede notar por encima de la ropa, además empiezo a tener pequeñas placas en la zona íntima, lugar que nunca se vió afectado y por lo que me preocupo muchísimo más.
Regreso con este nuevo dermatólogo y le digo lo mismo: no hay cambios, no mejora y le hablo sobre esta placa en particular. Él me revisa y me dice que, efectivamente esa placa es mas grande que las demás y me hace una infiltración... primera vez que me infiltran una placa y espero que sea la última.
Y ciertamente mejoró! se puso plana y no la sentía mucho, aunque cuando me miraba en el espejo, veía una mancha grande y muchas manchas pequeñas distribuidas por toda la espalda.
Ya había llegado a setiembre de 2019 sin resultados visibles, preocupada, impaciente y ¡desesperada porque no se iba!. Y es cuando voy a una tercera dermatóloga, ya sin esperanzas y pensando que me va a recetar lo mismo de siempre.
Y me equivoco: me dice que los tratamientos los estuve llevando mal y que íbamos a variarlos... ¡y empecé a ver mejoras!
Aquí van los consejos y el tratamiento que me funcionó para mejorar en 50% esta etapa funesta con la psoriasis:
1. Bañarme todos los días (cuerpo y cuero cabelludo)
2. Tomar mucha agua (2.5 litros mínimo)
3. En el escote y zona íntima: Propionato de fluticasona en crema
4. En la espalda: Propionato de clobetasol
5. En el cuero cabelludo: propionato de clobetasol en loción
6. Realicé un tratamiento de 10 días aplicando dos veces al día las cremas, después 5 días una sola vez al día y luego 5 dias interdiario una vez al día. Esto fue fundamental, porque iba disminuyendo la concentración del corticoide de forma gradual, y con esto evitaba el efecto rebote. Además. me aconsejó que me aplique poco producto, ya que antes lo que hacía era aplicar en cada placa un montón y dejarlo lo más posible al aire libre.
8. Para el resto del cuerpo que no tenía placas: humectarlo luego de cada ducha, con una crema con urea al 20%
9. Usar bloqueador
10. Verme menos al espejo: ella me decía que verme mucho al espejo, me podía dar mas angustia mientras no se veían resultados y que iba a tardar al menos una semana en ver algo, así que me recomendó que no me enfoque en mirarme todos los días, sino que espere una semana para revisarlos.
11. Tomar baños de sol: sea en la playa, la azotea, colocarme en la ventana... tratar que me dé sol por 5-10 minutos (no al mediodía con toda la radiación! ya sea temprano o luego de las 2 pm) para que ayude a secar las placas.
Debo decir que las placas del escote empezaron a desaparecer, y poco a poco de la espalda. Tuve algunos "tropiezos" que contaré en otro post, pero definitivamente hay una mejoría increíble.
Con esta nueva dermatóloga me siento mejor, y como iré contando, ha tenido mucha paciencia conmigo y trataba de explicarme lo más posible.
Espero les ayude un poco mi angustia, que creo es algo que sentimos todos los que tenemos un problema de piel recurrente. Les repito que traten de ir a un dermatólog@ siempre para que les recomienden el mejor tratamiento para ustedes... y si no les convence, vayan a otro, y así hasta que encuentren alguien con quien se sientan cómodos.
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