¿Mente sana en cuerpo sano?

Hola a tod@s!

Me ausenté muchísimo!, y en este tiempo mi convivencia con mi piel no fue la mejor, tuve momentos de brotes que permanecían mucho tiempo (no muy grandes en dimensión, pero se quedaban meses y meses y nada los movía de ahí) y tuve temporadas en que me eran muy molestos, y los tratamientos no funcionaban y me estresaba y volvían a activarse y así en ese círculo vicioso que seguramente alguno de ustedes también tiene.

Llegó un momento en que la dermatóloga me preguntaba cosas personales, porque es sabido que los brotes tienen un fuerte componente emocional... y creo que si tuvo que ver.
No llevaba una vida desordenada ni tenía problemas inmensos, pero tuve una sobrecarga de emociones y situaciones que me pusieron en un estado de angustia constante, de tristeza, enojo, y todos esos ingredientes que le gustan a la psoriasis... hasta que metí el freno de mano y vi que no podía sola, necesitaba ayuda para poner en perspectiva mi vida y mis acciones, si bien conversaba con amigos, sentía que me faltaba una opinión objetiva, sin carga sentimental-emocional, que me pueda llevar a analizar las situaciones de manera "fría". Entonces empecé a ir al psicólogo.

¿Si me ha ayudado? creo que si, no es que te ordena la vida en tres sesiones ni tampoco te da tu perfil psicológico (al menos mi psicologa no es así), sino que son conversaciones del día a día o de cosas que pienso y me son difíciles de decir en voz alta, y conversamos y me da pautas o comentarios que me hacen reflexionar. Al inicio estaba como muy retraída, me costaba hablarle, ser sincera o decir cosas por miedo a qué opinaría de mi, pero poco a poco he empezado a contar más cosas personales, eso incluye mi relación con la psoriasis, que para mi es algo tan privado, que muy pocas personas lo saben.

Estoy aprendiendo a llevarme bien con ella, la empiezo a aceptar y también intento poder decirlo en voz alta y en público: "tengo psoriasis".


Nos vemos!

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